DEJARTE LLEVAR 

​Y llega ese momento en que decides que ¡ya está! Que ya no tienes fuerzas, ni ganas de luchar contra la corriente. 

Y entonces, solo entonces respiras, te relajas y te dejas llevar. 

¡Quien sabe! Puede que en ese fluir con las olas halles tu respuesta y puede que incluso llegues al sitio que querías llegar, pero por otro camino. 

Desconoces a donde te llevaran, y  tampoco te importa, solo quieres saborear esa sensación de dejarte mecer por el mar, de dejarte llevar, la tranquilidad te invade…ya no te cansas,ya no luchas. 

Y te sorprende que dentro de lo que tu pensabas que era «una rendicion» te sientes feliz, hasta vuelves a sonreír con la misma alegría y esperanza con la que comenzaste este camino. No sabes lo que te deparará el futuro, y tampoco te importa, solo sabes…por fin lo sientes que vas donde tienes que ir. 
En ocasiones nos empeñamos tanto en hacer las cosas a nuestra manera que no nos damos cuenta de que la vida nos ha puesto un camino mucho más sencillo y menos doloroso hasta nuestro destino. 

​SE PUEDE DESAPRENDER LO APRENDIDO


Creo firmemente que se puede desaprender lo aprendido y volver a aprender.  

No es fácil, y necesitas ser valiente, trabajar mucho, siendo conscientes y tener determinación, pero SE PUEDE. 

Es fácil dejarse llevar por lo que hemos conocido hasta ahora, lo fácil es decir «es que yo soy así» pero créeme si te digo que puedes cambiar si hay algo de ti mismo que no te gusta puedes cambiarlo, puedes cambiar la anexa de ver la vida, tu manera de enfrentarte a los problemas, tu manera de disfrutar de la vida, tu manera de pensar y hasta tu manera de comunicarte. 

Hoy en día está de «moda» cambiar nuestro físico, y sabemos que esto no es fácil,  requiere de nuestro esfuerzo, de nuestras ganas y de nuestra determinación. 

Bien, nuestro interior también necesita reciclarse de vez en cuando, también necesita que nos preocupemos, también necesita que le dediquemos tiempo y también puede CAMBIAR.

Ojalá dejemos de estar tan preocupados por el exterior por que poco poco estamos perdiendo nuestro interior y ese es el que prevalecerá durante los años por que por mucho que trabajes en el exterior el paso de los años llegará ha hacerse evidente y si no eres «rico» interiormente da igual lo «hermoso» que seas por fuera. 

¡AY LA VIDA!

Aprendí que en la vida no todo lo que ves es real,que no todo lo «malo» es malo ni todo lo «bueno» es bueno. 

Aprendí que todo en esta vida es cuestión de perspectiva, pero también de tu estado de ánimo y de lo «fuerte» que tú te sientas.

Aprendí que todo puede cambiar en el transcurso de un segundo, ese segundo tan sobre valorado, puede hacer que el mundo gire para un lado o para otro. 

Aprendí que lo que sube tiene que bajar, que no es oro todo lo que reluce. 

Aprendí que la opinión de los demás hacia tu persona vale una mierda comparado con la opinión que tienes de ti mismo. 

Aprendí que quien no lucha no vence y que quien lucha a veces pierde.

Aprendí que si el vaso esta medio vacío o medio lleno depende de ti y de nadie más.  

Aprendí que si crees que es posible lo será, pero que si crees que es imposible también lo será.

Aprendí que el físico no lo es todo, es más, no es NADA. 

Aprendí que tu opinión es válida tanto como la de cualquiera. 

Aprendí que la vida te da lo que tu reflejas.

Aprendí que lo que mereces tarde o temprano llega.

Pero sobre todo aprendí que si TÚ no CREES en ti mismo, NADIE lo hará.